23 de junio de 2006

Siempre tu II.

Ahora que marcamos las fronteras
Las distancias que no podemos traspasar
No existe excusa alguna sobre la tierra
Para yo necesitar de tu auxilio
De esas acciones tuyas que de a poco
Se van transformando en indispensables
Como el cafecito matutino
Como la misa de 10 los domingos
Igual que casi todo lo que me define
Pero ahora, todo termino para mí
Solo me queda intentar levantarme
Mientras te observo a lo lejos
Como cazador que acecha a su presa
Y tan solo me quedará esta lastimosa acción
Pues ya no puedo pedir que me salves
Ni tampoco intentar hacer nada por ti
Las fronteras ya fueron trazadas
Tu y yo, pero bien lejos del infinito.

A. W.
06.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Me alegra que al fin hallan marcado espacio.

Un beso

Wasarry dijo...

Athenea: A mi no, pero grax, de todos modos.

Afectos

W.

Rosa Silverio dijo...

Ay, Waldo. Qué decirte, qué comentarte, si tu poema lo dice todo. Habla de tu sensiblidad y de las zonas vulnerables de tu corazón. Me encantó eso del cafecito matutino.

Espero que estés mejor.

Sigo aquí, leyéndote.

Haymet dijo...

distancias inexistentes, ufff me has dejado pensando,