20 de julio de 2010

Papi


 [Pic from deviantart.com]


Esta semana una buena amiga perdió a su padre y yo me preguntaba que sería en este estado de conciencia perder un padre, imaginarse el dolor ajeno, la contrariedad del alma y del espíritu con un dolor tan mal recibido; me tocó ver varios amigos sentir esa pérdida, más de la mía recuerdo sólo la forma en la que mi madre me lo dijo mientras llegaba de la escuela, con su mirada de no estar satisfecha pero tampoco triste, sino más bien confundida.

Yo lo sufriría años después, luego de heridas  de besos de mujeres y de amores imaginados a mi condenado gusto, luego de perder mi abuela, catedral de mi fuerza y de mis intenciones, después de perderme incluso yo mismo detrás de muchos caminos que pisé sin los zapatos adecuados. Mi papá no lo recuerdo por las fotografías del álbum de bodas  guardado en el armario que desmenuzaba cada cierto tiempo, supuestamente para no olvidar, sino por el calor de sus palabras por el teléfono cuando me dejaba saber cuánto me quería y como la vida lo mantenía lejos de mí, para quizás no decirle a un niño de 8 años que su madre y él se transformaron en ogros que se pusieron pantanos entre si y jamás pudieron verse, cosas del amor quizás.

Mi papá, el que recuerdo, cada vez que me preguntaba cualquier cosa me brindaba luz, me regalaba un lugar que jamás conocí, las manos que nunca me dieron una pela, el que jamás me brindó el primer vaso de cerveza mientras oía a Camilo Sexto; o quizás a Cerrat, porque la verdad el único gusto que le conozco era el que lo unió a mi mamá: el perredeísmo. Mi papá era más bien un aliento, un aire de invierno que llegaba cada tres meses por una línea de Codetel (25 años en casa) a secarme las lagrimas que alguna vez derramé cuando una profesora de las que asediaban niños para obligarlos a hablar me hizo gritarle entre lágrimas y frente a todos mis amigos: “Yo no tengo Papá”.

Los días del padre para mí pasan cuando me levanto y abrazo a tía y a mami y les digo: “felicidades”; sería inhumano de mi parte no decir que muchas veces anhele tener quien me diera una pela por necio, pero por sobre todo me dijera como elegir a la morenita sobre la blanquita porque son desabridas las muchachitas esas pelitos buenos, no sé; quizás como decía la canción de Silvio, quizás hubiera tenido un padre de esos que al verme tocando guitarra me hubiera tildado de maricón sin futuro porque yo prefería el manifestar lo que sentía a jugar pelota, nunca lo sabré; al final del día puedo hablar del padre que recuerdo, el de las palabras tras el auricular que me repetía sin darme nada que me amaba, muy posiblemente la misma figura que cuando me despierto asustado de alguna pesadilla en las madrugadas me da una palmada y me sonríe, entonces vuelvo a dormir.

Este año quiero celebrarlo por el papá de Peluca que ya se fue también; por el de mi amiga Daniela, que acaba de irse; por el de mi amigo Oto, que se levanta todos los días a buscar con sus manos y su sudor el dinero de las medicinas de su esposa con cáncer; el de mi amigo Henry, que con todo y lo fácil que es hacerse rico en el ejército no se cansa de trabajar a pulso, para que sus hijos puedan levantar la cabeza y sentirse orgullosos de su papá el Coronel; al de Randy, que se lo quitó junto a su mamá un accidente de automóvil; y ¿por qué no?, del mío, que se mudó entre palabras a mi corazón, y jamás se ha marchado.

Waldo Rincón.

14 de julio de 2010

Espejos rotos en días de lluvia


(Broken Mirror, by Erel.deviantart.com)


Transpiré desmanes frente a ti
quisiera recordarte tal cual,
la de esas épocas donde los mares
nos observaban ser padres adoptivos
escuchas de las burlas generales,
tonterías del mundo que nos repudiaba;
sonrío y luego regreso acá
a las paredes, las estaciones de autobús,
los descuentos por ser cliente preferencial,
todo y tanto nada de lo que éramos ayer.
Si algo he aprendido desde tanta aritmética 
es a conocer las estadísticas del día,
cuando lloverá y pensaré en ti;
las veces que no será suficiente
llamarte a ti;
decidir por ti;
cobarde.

A.W.
010

12 de julio de 2010

De regreso


Se acabó el Mundial; me quedé con una sensación de poder más. Mi equipo (Argentina) mantuvo la posición tal cual en 2006 y bueno, mostraron un potencial maravilloso de fútbol de la media cancha hacia delante, fue muy lindo ver a Messi inspirado al menos en ser el director de un equipo que parecía invencible….al menos parecía; un Maradona que quiso llevar el sueño a otro nivel y por ello a pesar de todo, debemos agradecerle el esfuerzo. 

Pero no voy a hablar de fútbol,  al menos no ahora, por ahora quiero abrir las puertas de esta casa como de costumbre, para no olvidar.
Gracias por estar aquí.

W.