5 de abril de 2010

Quiero




A Waldo. Por perseverar. Gracias; no sabes cuanto.


Quiero hacerme pedazos
Escribir poesía
Y restregársela al mundo entero
No necesito mucho más.
He querido no pensar en las palabras
En el papel vacio sobre la mesa,
Los días sin nada que plasmar;
Ya no son las teclas o los lápices,
Las cuerdas en el cuello,
La incesante necesidad de lanzarme de este árbol
Y caer tendido sobre mi humanidad
Atada a esa cuerda, con mis poemas en la mano,
Apretarlos  fuerte mientras el aire desaparece;
Quiero desaparecer, translucidarme,
Tener ese inmenso orgasmo del que todos hablan
Para así llevarme el mejor sexo del mundo
Juntos con los poemas, sin tu cintura,
Sin ti.

A.W
010

2 comentarios:

Alguien dijo...

Cada palabra, es un decreto que te acerca al destino del que solo tu Eres dueño.

Argénida Romero dijo...

Irremediable destino, a veces sin destino.

Cuando no las encuenta, ellas te buscan (las palabras y la cintura. El termino medio siempre es un suplicio, pero siempre pasa lo uno lo otro.

Abrazos.