10 de septiembre de 2008

...

Escribí esto hace ya algunas semanas, no pensaba publicarlo, no me interesaba, era solo un dialecto cualquiera entre mi cabeza, mi cuaderno y yo, pero tengo tanta rabia e impotencia arriba que no sé que más hacer sino dejarlo aquí, en mi único puerto seguro....

Y tu, ¿recuerdas esa tarde en casa de mis amigas?, yo si, cada día de mi vida…

W.

12/09/08

Hagamos un trato simple:
quédate con mis vísceras
con mi mano derecha
seguro es la que más te ha tocado;
conserva con afecto la histeria
los cuadernos repletos de historias
el desconcierto de mis canciones.
Yo quiero quedarme con tu anatomía
desvestida de pudores y dudas
(si alguna vez fuera acaso posible)
con el boleto de autobús que nos separa,
olvidado en esta cama a ras del piso
donde mi sueño seduce al tuyo
mientras tus ojos vuelan de placer
hacia algún polo donde sólo somos dos,
sin autobuses, ni inquietas excusas;
me pregunto cada vez que te pienso
que te quedará de mi cuando me dejes,
a ras del suelo, sin canciones para exclamar
sin un lugar donde posar mi mano derecha
y por una sola vez, hacerte feliz.

A.W.
08.

1 comentario:

Argénida Romero dijo...

Que hacer. poeta? Letras de refugio, rabia, impotencia...salvavidas que nos permiten respirar. Abrazos