Gracias al dolor de cabeza, a la melancolía y por sobre todo, a la idea central: Vos.
Waldo.
I
Aquí debajo de mis sábanas
ahora que llueve sin piedad
se encuentra un despojo inconciente,
como llama encendida
calculando los segundos restantes
de esta madrugada insensata
que no conoce la piedad,
ni las mañanas sin ti.
II
Te hago una apuesta simple
mírame a los ojos,
dime de tus mañanas sin mi
sé que fueron difíciles
a veces hasta insoportables;
ahora mírame a los ojos,
escribe una canción honesta
así como tu corazón dudoso
envuélvela de melodías y acordes
levanta el teléfono, destruye el tiempo
e imaginame a mi.
III
Me gustaría decir:
soy un soldado afectado
una epilepsia de segundos
un faro sin futuro; sin mar
pero no lo soy,
soy más bien el correr de los días
la canción que nerviosa
interviene el sistema nervioso
con la desesperación del silencio
aceptando el estruendo que viene
junto a tu costumbre de olvidar fácilmente.
A.W.
08.