si me distraigo tan solo un segundo saltan de mis ojos
y, apresuradamente, se suicidan entre mis mejillas
no entiendo por que no puedo mantenerlas en su lugar
por que prefieren danzar un corto requiem al deslíz
que estar seguras entre las pupilas que no les exigen nada
y les ruego que no lo hagan, que todo estará bien
aún así nunca me escuchan, jamás lo hacen.
Soy un tonto al creer que ellas me obedecen a mi
aunque su casa es mi vida y su alegría es mi silencio
al empezar a resonar estas noches de luna llena
así como ésta que me arropa con su hermoso descuido
y le pregunto al corazón por que escucho esta canción
una y otra vez, como quien quiere castigar sus faltas
a estas horas de luna y de morfeo, de sonrisas de fantasía
como para dibujarme éste verano cual expresión de mi sonrisa.
Soy tan tonto, que alimenté esta inundación con dolor
palabras tristes y recuerdos necios e inseguros de ti
como dándole un motivo a este rocio de media noche
para que empezara la sonata de la destrucción en mi
y escucho las despedidas inesperadas acá dentro
mis manos se sienten impotentes de reaccionar
de no poder controlar la verdad que recorre mi rostro
ese amor destruido que desfilan estas lágrimas
y que nadie puede detener, ni siquiera con lástima.
Soy tan tonto que al amanecer, dejé escapar una lágrima
llevaba con ella una insignia de mi abatido corazón
como gritando que ya no hay esperanza alguna para nosotros
sin saber que realmente el temor que la hizo morir
despedazada por el camino de mis sonrojadas mejillas
es simplemente una verdad, una dura y eterna verdad
que la acompañará hasta que ya no pueda suspirar siquiera
debí explicarle que se acabó la ilusión...soy un tonto.
A.W.
07.