Estabas allí mirando cualquier cosa, menos yo
como si esa esquina de la pared fueras tu
nada más que una intersección de esas paredes muertas
sin expectativa o futuro, sólo ahí
yo quería salvarte de tanta monotonía un viernes
acercarme lentamente para no agredir tus espacios,
quiero enumerarte las líneas de una canción:
"ven a mi con tu dulce luz, alma de diamante"
espero que cortes la mirada y seas indiferente
no tengo miedo;
si decido acercarme podría mostrarte espacios prohibidos
conozco palabras olvidadas entre la arena
casuchas de madera en nuestro camino a casa
donde preparan un café fuerte con relativo amor,
así olvidas un poco la levedad de la madrugada
y yo te sonrío cansado como si fuera la última vez.
- Un año no es nada;
un momento a tu lado no es nada, si no sonríes,
entonces lo haces mientras sorbes y suspiras
(primera sensación de la madrugada);
la señora morena también sonríe al traer más café
en la humildad de las tablas a su alrededor
se encuentra el cimiento irrefutable de su sonrisa,
de ese café que te regaló un suspiro
y a mi, un camino correcto para llegar a casa.
A.W.
09.
2 comentarios:
Yo también quiero un sorbo de ese café!
Siento un escalofrio en toda la columna... Cómo lo haces? No lo sé, pero me encanta. Me recuerda a los sueños de alguna "Yo" en aquel instante que no recuerdo.
...Genial Waldo!
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