Tan confuso, comadre
mirarla y saberla indefensa
quizás hasta indiferente
llenándose de todas las horas,
siguiéndose en el espejo;
acordes que quedan
dos pares de lágrimas
y toda la noche, poesía
aún no recuerdo cuales cosas
de las tontas cosas que dije
me recuerdan su parada de autobús.
La caída ondulada de sus ojos,
la rendición de sus oídos,
tanto que quizás sorprende
la falta brutal de asombro,
la complicidad de las letras
llenas de recuerdos que desconozco
dentro de su propio jardín de gente.
Quedarse cerca, comadre
ayuda a olvidar
lo lejos de su afinidad,
el color de sus palabras,
los lugares que nunca visita,
esa espera angustiosa de marcharse
sin querer marcharse, verdad?.
Hágame caso y recuerde siempre
el corazón que la trajo hasta aquí,
al que veo cada destello de usted
así nomás, sin más.
mirarla y saberla indefensa
quizás hasta indiferente
llenándose de todas las horas,
siguiéndose en el espejo;
acordes que quedan
dos pares de lágrimas
y toda la noche, poesía
aún no recuerdo cuales cosas
de las tontas cosas que dije
me recuerdan su parada de autobús.
La caída ondulada de sus ojos,
la rendición de sus oídos,
tanto que quizás sorprende
la falta brutal de asombro,
la complicidad de las letras
llenas de recuerdos que desconozco
dentro de su propio jardín de gente.
Quedarse cerca, comadre
ayuda a olvidar
lo lejos de su afinidad,
el color de sus palabras,
los lugares que nunca visita,
esa espera angustiosa de marcharse
sin querer marcharse, verdad?.
Hágame caso y recuerde siempre
el corazón que la trajo hasta aquí,
al que veo cada destello de usted
así nomás, sin más.
A.W.
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