A Argénida Romero, por lo difícil que suelen ser los lunes entre nosotros.
Aún cuando me dejes te recordaré
recordaré las maneras de mirarte
los estragos en la piel,
el cansancio de los dos en el baño
mientras me esperas soñolienta junto a la puerta.
Te recordaré en el silencio de esta sala,
cada vez que regrese a buscarla
encontraré trazos de tus besos,
la desvergüenza de tu cintura,
incluso el olor de tus pies.
Recordaré cada palabra que me brindes
no importa la cantidad de veces
que hables de la iglesia o de la ciencia
escéptica o carismática;
sobreprotectora o vulnerable
igual te recordaré.
Memorizo cada encuentro con paciencia
guardando entre canciones tus labios,
pulsando los silencios que te buscaron
cada mañana que te regresas a casa
ahí, cuando entre sueños, empiezo sin salida
a recordarte.
Te recordaré porque es justo.
A.W.
recordaré las maneras de mirarte
los estragos en la piel,
el cansancio de los dos en el baño
mientras me esperas soñolienta junto a la puerta.
Te recordaré en el silencio de esta sala,
cada vez que regrese a buscarla
encontraré trazos de tus besos,
la desvergüenza de tu cintura,
incluso el olor de tus pies.
Recordaré cada palabra que me brindes
no importa la cantidad de veces
que hables de la iglesia o de la ciencia
escéptica o carismática;
sobreprotectora o vulnerable
igual te recordaré.
Memorizo cada encuentro con paciencia
guardando entre canciones tus labios,
pulsando los silencios que te buscaron
cada mañana que te regresas a casa
ahí, cuando entre sueños, empiezo sin salida
a recordarte.
Te recordaré porque es justo.
A.W.
10.
2 comentarios:
Todo lo que diga está de más. Las luces siempre encienden en el alma...
Te amo
Pues muchísimas felicidades a los dos. Y la mejor de la suerte en este negocio peligroso de entregarse el uno al otro.
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