13 de abril de 2009

Apelando a mi derecho a no olvidar

Entre todo el descanso de la semana Santa no tuve tiempo de subir esto a tiempo, y también terminar partes inconclusas e mi cabeza. No pienso aburrirlos con historias, cada año escribo para ellas, siempre; pretendo apelar a mi derecho de nunca olvidar. Aquí palabras para cada una de ellas: K, la primera musa, una gran amiga y, Ana, de las princesas de mis reinos la más afortunada y bendecida. Ustedes dos son luz para mi, disculpen que una los méritos en un solo post pero no quiero que pase un día mas sin dejar mi huella de Abril, por y para ustedes.

W.



Pic by deviantart.com


Ana.

Ana llego una mañana desorbitante
acumulando los espacios en su pelo
llena de estrellas y siluetas
esa Ana, la creadora de preguntas.

Yo recuerdo el olor de Ana abrazándome
me envolvía en su silencio por flagelo
quería decirle de las mariposas, pero no
Tratándose de Ana siempre fui formal.

Acumulé escalones y sonrisas, preguntas,
momentos de distancia, de celos y enredos
así tan desentendido de Ana no entendía
su parecido con el viento del sur.

Muchas veces me indagó las manos Ana
yo siempre le respondía con las flores y los besos
esperando que su sonrisa se eternizara
como hoy, que soy de ella por 24 horas

Ana, la que fue calcada de espejos
cristales olímpicos de Venus e lluvia
esa Ana que eterniza otro año de mortal
en sus 10,000 mil años de eternidad volátil
esa Ana, que ya no me mira ni me recuerda
pero que quiero.

Felicidades Ana.



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K

Cada año escribo líneas interminables
sobre las sonrisas y las causas de ti
en mi, sigues siendo la puerta de salida,
la muerte de los fantasmas,
esa acuarela insaciable de azules
que no puedo olvidar;
¿Cómo apelar al olvido?:
¿recuerdas alguna vez que me olvidara de ti?
el retraso dedícaselo a la distancia,
a esas madrugadas que nos dividen
que, mientras tú duermes en Europa
yo suspiro en esta isla del Caribe que te extraña
imagino los cafés de Madrid,
la casa donde duerme tu boca
extraño esas manos que casi no conozco
e igual siento mías.
Te recuerdo tanto en este, tu día
le he contado a las mariposas de ti
he pedido permiso a cada mariposa
para retener tu nombre, como montaña;
cada sonrisa vale,
cada lágrima K;
a veces, te recuerdo ni siquiera un poeta
sabe hilar palabras que lleven tus letras
como hoy…

¡Feliz cumpleaños eterna musa!

W.

09.

1 comentario:

Fidias dijo...

Sólo el título del blog ya atrae, porque es contundente, rotundo, vibrante.
El interior es eso y más, enhorabuena.